sábado, 9 de enero de 2010

CONSUMO Y ESPIRITUALIDAD


Tal vez fue Alan W. Watts quien usó la metáfora del tubito con dos agujeros, uno en cada extremo, para representar al consumidor. Una especie de oruga que consume y desecha, sin importarle lo que ocurre a su alrededor. Hasta que empieza a ahogarse en sus propios desechos. Metáfora reduccionista que resulta válida a cierto nivel. Si el acto de consumir se realiza sin espiritualidad, es decir, sin consciencia, el consumidor se convierte en víctima de su falta de comprensión de las responsabilidades que implica consumir. Está surgiendo, entonces, la nueva cultura del consumo responsable, basado en la utilización racional de los recursos; la incorporación de valores ecológicos en las decisiones individuales de compra; y en la participación del consumidor en la conservación del medio ambiente. También incluye la educación e información del consumidor para que sepa como actuar ante problemas de consumo, en especial, para que haga valer la garantía de calidad e idoneidad en todas sus compras, denuncie la publicidad engañosa y reclame frente al cobro abusivo de bienes y servicios, haciendo énfasis en los servicios públicos.

El consumo espiritual, es decir, consciente, responsable, crítico y solidario no es un lujo, es una necesidad vital. Es importante conocer los principios de la seguridad alimentaria, farmacológica y cosmética. Los riesgos de la comida rápida, rica en grasas. Los peligros de los plaguicidas que se acumulan en nuestro cuerpo, al punto que tenemos más DDT en la sangre que testosterona. Pero la efectividad de los derechos del consumidor no puede lograrse con reclamos individuales, pues los entes de control como las Alcaldías y Superintendencias operan a medias, sin que nadie les exija eficiencia y eficacia. Solo conformando grupos de presión ciudadana es posible obtener la intervención del Estado para que el consumidor no quede inerme frente al abuso de las corporaciones, frustrado por la tramitología burocrática. El marco legal existe, pero no está siendo aplicado plenamente. El Decreto 1441 de 1982 (Estatuto del Consumidor) permite la conformación de Ligas y Asociaciones de Consumidores, a nivel comunal, local, regional y nacional. FUNDECONSUMO, la Fundación para la Defensa del Consumidor, con sede en Cali - Colombia, tiene entre sus objetivos estatutarios promover la creación de tales organizaciones ciudadanas y apoyar las existentes. Los interesados en conocer más sobre las funciones de las ligas de consumidores pueden visitar el sitio web http://fundeconsumo.blogspot.com/

Por último, no es bueno confundir el consumo espiritual, con el consumo de espiritualidad, una tendencia milenaria que pretende completarnos, llenar nuestro supuesto vacío interior, por medio de la acumulación de cosas, así se trate de cosas inmateriales como los pensamientos. A través de la historia diferentes tradiciones religiosas ofrecen paquetes de creencias dogmáticas, rituales y símbolos para garantizar nuestra “salvación”. Hay paquetes cristianos, budistas, hindúes, musulmanes y judaicos. Se confunde el símbolo con lo que el símbolo significa, con la realidad más profunda a la que apunta. El ritual, que es un ejercicio de Presencia, se toma como una rutina con valor en sí misma. Y las creencias dogmáticas se confunden con la fe. Maestros espirituales como Eckhart Tolle y Osho, señalan que el nuevo milenio requiere de una religiosidad sin dogmas, que propicie el ecumenismo. Ya la iglesia católica, durante largo tiempo ajena a este movimiento, tras el concilio Vaticano II (1962), multiplicó los contactos con los no católicos y los no cristianos, siendo el más importante el encuentro auspiciado por el Papa Juan Pablo II, el 27 de Octubre de 1986, en Asís (Italia), de representantes de todas las religiones del mundo.

Véase la presentación "Zorba El Buda" en http://sites.google.com/site/fundeconsumo/consumo-y-espiritualidad

viernes, 1 de enero de 2010

EL CONSUMO DE TELEVISIÓN SEGUN ECKHART TOLLE, UN MAESTRO ESPIRITUAL CONTEMPORÁNEO


“Ver televisión con frecuencia y por períodos prolongados no solamente nos sume en un estado de inconsciencia sino que nos induce a la pasividad y nos agota la energía. Por consiguiente, en lugar de ver cualquier cosa, elija los programas que desee ver. Cada vez que recuerde, sienta la vida dentro de su cuerpo mientras está frente a la pantalla. Tome consciencia de su respiración periódicamente. Aparte los ojos de la pantalla a intervalos regulares para que ésta no se apodere por completo de su sentido de la vista. No suba el volumen más de lo necesario para que la televisión no se apodere de su sentido de la audición. Oprima el botón de silenciar el aparato durante los comerciales. Asegúrese de no dormirse inmediatamente después de apagar, o peor aún, de quedarse dormido con el televisor encendido.”

“Si el contenido del programa es de cierta calidad, puede contrarrestar hasta cierto punto, o incluso deshacer, el efecto adormecedor del medio de la televisión. Hay algunos programas que han sido de gran ayuda para muchas personas, les han cambiado la vida para bien, les han servido para abrir el corazón y les han ayudado a alcanzar el estado de consciencia. Hay incluso ciertas comedias que, aunque no tratan ningún tema en particular, son espirituales sin saberlo porque nos muestran una caricatura del ego y de la sinrazón humana. Nos enseñan a no tomarnos demasiado en serio, a vivir la vida con despreocupación y, por encima de todo, enseñan por medio de la risa. La risa es extraordinaria como factor liberador y también curativo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la televisión continúa bajo el control de personas totalmente sometidas al ego, de tal manera que continuamos bajo el control de esa segunda intención de adormecernos, es decir, de sumirnos en la inconsciencia. Sin embargo, el medio de la televisión encierra un potencial enorme, todavía inexplorado.”

La televisión “induce una especie de estado de trance y mayor susceptibilidad, parecido al de la hipnosis. Es por eso que es ideal para manipular “la opinión pública”, como lo saben los políticos, los grupos de interés y los anunciantes. Es por eso que pagan millones de dólares para sorprendernos inermes en ese estado de receptividad. Buscan reemplazar nuestros pensamientos por los de ellos, y por lo general lo logran.”

“Debemos evitar los programas y los comerciales que nos agreden con una secuencia acelerada de imágenes que cambian cada dos o tres segundos o menos. El exceso de televisión y de esos programas en particular es el causante en gran medida del trastorno del déficit de atención, una disfunción mental que afecta a millones de niños del mundo entero. Esos períodos breves de atención se traducen en percepciones y relaciones vacuas e insatisfactorias. Todo lo que hagamos estando en ese estado carece de calidad, porque la calidad requiere atención.” (Tomado del libro “Una Nueva Tierra” – Grupo Editorial Norma).

* Eckhart Tolle es también autor de las obras “El Poder del Ahora” y “El Silencio Habla”.

Más información sobre el autor en www.eckharttolle.com


LOS CONTENIDOS DE LA TELEVISIÓN ¿QUIÉN LOS REGULA?

Los contenidos de la televisión abierta en Colombia los deciden los propietarios de los canales pero son regulados por la Comisión Nacional de Televisión – CNTV, que constituye la máxima autoridad colombiana en esa materia, aunque su control no es preventivo sino a posteriori, porque no existe la censura previa. También regula el servicio de la televisión por cable. Los usuarios de la televisión pueden quejarse o conocer más de la CNTV en la página Web http://www.cntv.org.co/

Es interesante la encuesta de la Universidad Javeriana sobre el particular, que puede consultarse en el enlace http://www.javeriana.edu.co/Facultades/comunicacion_lenguaje/website/noticias/documentos/ENCUESTA_CNTV_cyl.pdf Véase también: http://www.fluvium.org/textos/familia/fam118.htm


¿BASTA CON CAMBIAR DE CANAL O APAGAR LA TELE PARA PROTESTAR POR EL CONTENIDO DE UN PROGRAMA DE TV?

Como en la película “Click” protagonizada por Adam Sandler, si usted tuviera un control remoto “universal”, ¿controlaría su universo, es decir, su propia realidad?. Al menos puede intentar controlar la versión de la realidad que le ofrece la televisión mediante el zapeo o zapping, definido como el acto de saltar programación o canales en la tele. Pero a zapear no puede reducirse el papel del telespectador para modificar el contenido de los programas, cuando no le satisfacen. No basta con quejarse individualmente ante la CNTV para expresar no conformidad o solicitar que un determinado programa salga del aire. Si las programadoras se basan en el raiting, hay que enfocarse en reducir la sintonía significativamente, con campañas que corresponden a la LIGA DE TELEVIDENTES COLOMBIANOS para exigir balance informativo y contextualización de las noticias, no hacer énfasis en el morbo de la violencia, no trivializar las amenazas de contaminación ambiental y sancionar los concursos, telenovelas y realitys que fomentan la estupidez, la discriminación y el irrespeto a la dignidad humana, como los que inducen, por ejemplo, a que un concursante deba comer grandes bocados de papel periódico con salsa de tomate o confesar sus íntimas miserias ante las cámaras para "ganar puntos" o dinero.


LO QUE PUEDE HACER USTED PARA MEJORAR LA CALIDAD DE LOS CONTENIDOS TELEVISIVOS

Afíliese ahora mismo a la Liga de Televidentes Colombianos enviando un correo a ligadetvcol@hotmail.com o haciendo click en el enlace http://ligadetvcol.blogspot.com/ y publique sus comentarios, críticas y sugerencias sobre la programación televisiva bien sea abierta, por cable, por satélite o por Internet. De esta manera se irá formando el consenso necesario para las acciones colectivas en un momento dado. ¿Qué clase de programas desea ver? ¿Cuáles programas considera perjudiciales para los niños y por qué? ¿Cree que la violencia en la TV contribuye a dañar el tejido social? ¿En definitiva, cuál es la televisión que usted quiere ver? Si lo prefiere, envíe su correo a el.comejen@hotmail.com